¿QUÉ ES EL JUEGO?
La
Real Academia Española (2019) describe el jugar como “Hacer algo con alegría y
con el solo fin de entretenerse o divertirse.” Por ello se puede considerar el
juego, una actividad que se realiza por puro placer, sin buscar ningún
resultado final concreto.
Pero
cuando se habla del juego en los niños se crean importantes oportunidades de
aprendizaje, al ser una de las principales tareas que les ayuda a crecer de
forma integral (a nivel cognitivo, físico, social y emocional). Como afirma
Tierno (2004): “El juego es la actividad más importante, trascendental e
insustituible que permite al niño desarrollar sus habilidades, destrezas,
inteligencia, lenguaje e imaginación.”
Por ello cuenta con CINCO CARACTERÍSTICAS que lo hacen único, y lo diferencian de otras actividades como el ocio.
De forma sencilla,
divertida y ¡motivadora!........
Una
de las funciones del juego es el movimiento y este es muy importante en el
aprendizaje. Como expone Jensen (2010): “Del mismo modo que el ejercicio modela
los músculos, el corazón, los pulmones y los huesos, también fortalece los
ganglios basales, el cerebelo y el cuerpo calloso, todos ellos zonas clave del
cerebro.” (p.121). Muchas investigaciones han demostrado que el movimiento
activa el cerebro, debido a que envía impulsos nerviosos que activan los
circuitos cerebrales. Al activarse estas zonas, se está creando aprendizaje.
¿Por qué es importante el juego para
el aprendizaje?
Según informes realizados por UNICEF “las actividades en los rincones o
momentos de juego, cuando están bien planificadas, fomentan el desarrollo y las
competencias de aprendizaje del niño de forma más eficaz que ninguna otra actividad
escolar. Al elegir jugar con lo que les gusta, los niños desarrollan
competencias en todas las áreas del desarrollo: intelectual, social, emocional
y físico”.
Por el juego o a través del juego….
……se
sienta las bases para el desarrollo de conocimientos y competencias sociales y
emocionales claves….
…….
los niños aprenden a forjar vínculos con los demás, a compartir, negociar y
resolver conflictos, además de contribuir a su capacidad de autoafirmación….
………
enseña a los niños aptitudes de liderazgo, además de relacionarse en grupo…
……..
es una herramienta natural que los niños pueden utilizar para incrementar su
resiliencia y sus competencias de afrontamiento…….
…….
los niños aprenden a gestionar sus relaciones y a afrontar los retos sociales,
además de superar sus temores, por ejemplo, representando a héroes de ficción.
Las
aptitudes esenciales que adquieren los niños a través del juego forman parte de
lo que en el futuro serán los elementos constitutivos fundamentales de las
complejas “competencias del siglo XXI”.
Un
principio esencial del aprendizaje a través del juego es la posibilidad de unir
las distintas esferas de la vida del niño —el hogar, la escuela, la comunidad y
el mundo en general— de modo que exista una continuidad y una conectividad del
aprendizaje en el tiempo y entre las diferentes situaciones.
Los
adultos que intervienen en cada uno de esos ámbitos tienen un papel crucial,
que permiten facilitar esa continuidad y conectividad del aprendizaje,
reconociendo, iniciando, guiando y organizando experiencias lúdicas que favorezcan
la capacidad de acción del niño. Es importante asegurar que los adultos estén
dotados de las competencias necesarias y apropiadas para favorecer el aprendizaje
a través del juego, incluso en el caso del juego libre, ya que los adultos
tienen que saber reconocer los beneficios de este tipo de juego y potenciarlo
proporcionando el tiempo y el entorno adecuados.
El
continuo del aprendizaje lúdico, representado en la siguiente figura, muestra
tres niveles distintos de implicación de los niños y adultos en las
experiencias de juego: en un extremo, el juego libre proporciona a los niños
absoluta libertad para jugar, explorar y descubrir; a partir de ahí se va progresando
hacia un tipo de juego más guiado o estructurado, con diferentes grados de
participación de los adultos.
En
el informe de UNICEF que se centra en la creación de sistemas de educación que
valoren el juego y que sean capaces de implementar programas robustos y de
calidad, es importante subrayar que también extiende sus servicios a los niños
en situaciones de emergencia y desastres.
En
las crisis humanitarias (tanto las originadas por el ser humano como los desastres
naturales y las emergencias de salud pública), los niños pequeños tienen
tendencia a experimentar el denominado “estrés tóxico”, un trastorno causado por
una situación adversa prolongada y extrema en ausencia de una red de apoyo de
adultos y una estimulación positiva. Como tal, cualquier respuesta humanitaria
debe favorecer su salud y desarrollo psíquico, emocional y cognitivo, además de
proteger su potencial futuro. Los niños afectados por crisis necesitan más que
nunca un lugar seguro donde jugar y aprender.
Las
oportunidades de juego en los contextos de emergencia no solo mantienen a salvo
a los niños, sino que también les proporcionan consuelo y les ayudan a volver a
la rutina y a la normalidad que implica ser un niño.
Aunque
en las situaciones de respuesta humanitaria es posible que los servicios
ordinarios de educación escolar se vean interrumpidos, hay formas alternativas
de asegurar que los niños tienen acceso a espacios de aprendizaje seguros y a
materiales o actividades de juego. Los entornos de aprendizaje de los niños
pueden verse enriquecidos con juguetes y materiales de fabricación local que
incorporen el aprendizaje tradicional y el contexto de juego de sus
comunidades.
Retomando el hecho de que actualmente nos encontramos en una
situación de emergencia y conociendo lo que los niños pueden experimentar en
este contexto de encierro por resguardo de la salud de todos, a continuación,
reflexionaremos sobre los conceptos de Educación Emocional y Educación
ambiental. Luego les brindaremos diferentes recursos para que lo puedan
trabajar en sus hogares juntos a sus familias.